Desde Cabopino a
Guadalmina, Marbella ofrece al visitante un bello litoral de 26
kilómetros en el que se suceden soleadas playas dotadas con todo tipo de
servicios, donde se incluyen modernos hoteles, complejos
residenciales, comercios y restaurantes. Las playas de San
Pedro de Alcántara, importante núcleo situado a menos de diez
kilómetros de Marbella, son un buen ejemplo de armonía entre naturaleza y
desarrollo turístico.
Los amantes del deporte encontrarán un
paraíso en Marbella. Una docena de magníficos campos de golf
permiten practicar esta modalidad al más alto nivel durante todo el año, en
medio de parajes de insólita belleza natural.
Aquellos que se decanten por los
deportes náuticos encontrarán en esta población tres
puertos donde podrán iniciarse en la especialidad que deseen.
Asimismo, Marbella cuenta con diversas
escuelas de hípica, clubes de tenis y
otros equipamientos que satisfarán los más diversos gustos. Todo ello, sin
olvidar las enormes posibilidades que ofrece Sierra Blanca para practicar
todo tipo de deportes al aire libre.
El casco histórico de Marbella
A los pies de Sierra Blanca,
frente a una hermosa bahía, se localiza el casco histórico marbellí. Un
bello trazado que exhibe su tipismo andaluz a través de sus pulcras fachadas
encaladas adornadas con rejas y geranios o en los naranjos que surgen en
cada rincón.
El corazón de la villa se sitúa en la
plaza de Los Naranjos, de época renacentista, flanqueada por nobles
edificios como el ayuntamiento (s. XVI) y la antigua
Casa del Corregidor (s. XVII).
En la plazuela de la Iglesia se encuentra la
Iglesia Mayor de la Encarnación, construida en el siglo XVI.
En este mismo entorno se levanta una de las torres que formaban parte de la
antigua fortaleza árabe de la ciudad, del siglo IX.
Testigos del origen romano de la ciudad son
los abundantes yacimientos arqueológicos encontrados en la
zona, entre los que sobresalen la basílica paleocristiana de Vega del Mar,
las termas de Guadalmina o la villa romana de Río Verde.
La gran oferta cultural de Marbella se
completa con el Museo del Grabado Español Contemporáneo,
considerado el más importante de España en su género. Ubicado en el Hospital
Bazán (s. XVI), acoge una interesante colección de grabados de los siglos
XIX y XX, con obras de grandes maestros de la talla de Picasso, Miró o Dalí.

Gastronomía, fiestas y
alrededores
El pescaíto frito, el ajoblanco
(sopa fría con almendras, aceite y ajos) o el gazpacho son
algunas de las sabrosas sugerencias de la gastronomía marbellí. Bajo la
Denominación de Origen Málaga se elaboran excelentes vinos
dulces de postre.
Dentro del calendario festivo de Marbella,
cabe destacar la Feria y Fiestas de San Bernabé, que se
celebra durante la primera quincena del mes de junio. Su programa incluye
conciertos, festejos taurinos y otras actividades.
La Semana Santa y las
fiestas patronales de San Pedro de Alcántara, que tienen lugar en octubre,
son otras fechas señaladas.
Desde Marbella se pueden realizar
innumerables excursiones a lo largo de la Costa del Sol. A pocos kilómetros
de esta localidad aparece Mijas, típico pueblo serrano que
ofrece en su litoral una gran oferta turística. Torremolinos,
Estepona, Benalmádena y Fuengirola son otras
poblaciones de arraigada tradición turística.
La naturaleza ofrece increíbles paisajes en
el Parque Natural Sierra de las Nieves, en plena serranía
de Ronda. En plena Sierra Blanca, muy cerca de Marbella, se encuentran
Istán, localidad famosa por sus manantiales, y Ojén,
de gran riqueza ecológica.
La historia ha dejado en Torremolinos
rincones de hondo sabor popular, como el barrio marinero de La Carihuela,
así como abundantes vestigios de su rico pasado, entre ellos la Torre del
Homenaje.
A lo largo del año, el municipio vive con
intensidad cada una de sus ferias, fiestas y romerías típicas. Tampoco pasa
desapercibida la gastronomía local, en la que cobra especial protagonismo el
“pescaíto” frito.
Torremolinos, localidad situada a tan sólo 12
kilómetros de Málaga capital, cuenta con una larga y dilatada historia, como
atestiguan los numerosos vestigios fenicios,
griegos, romanos y árabes
encontrados en la zona.
Las primeras crónicas escritas de
Torremolinos datan de 1489, fecha en que los Reyes Católicos decidieron
impulsar la repoblación del lugar, conocido entonces como Torres de
Pimentel. Años después, en 1502, la villa pasaría a depender de
Málaga capital. Este enclave costero construyó para su defensa algunos
castillos y torres vigía. El Castillo de Santa Clara, del siglo XVIII, fue
uno de los más importantes que hubo en la localidad.
El gran cambio experimentado por
Torremolinos se produjo a partir de mediados del siglo XX, cuando
esta localidad pesquera descubrió el enorme potencial turístico
que ofrecían su extenso litoral y la benignidad de su clima. Desde entonces,
Torremolinos se ha convertido en uno de los principales focos de atracción
turística de la Costa del Sol, gracias a una importante
oferta de servicios turísticos y a la calidad de sus infraestructuras.
El Bajondillo, La
Carihuela, Los Álamos o Playamar
son algunas de las magníficas playas que adornan este litoral, donde se
localizan importantes complejos hoteleros, urbanizaciones
e, incluso, un Palacio de Congresos que alberga importantes reuniones
internacionales.
Las posibilidades que ofrece Torremolinos son
innumerables: desde tomar un baño y disfrutar del sol en
casi cualquier época del año, hasta practicar todo tipo de deportes,
incluido el golf, pasando por los numerosos
restaurantes en los que se puede degustar el típico “pescaíto”
frito.
Monumentos
A pesar del gran desarrollo urbanístico
experimentado en las últimas décadas, Torremolinos ha sabido preservar el
ambiente marinero en las calles de sus barriadas más tradicionales:
El Calvario, El Bajondillo y La Carihuela.
En la parte histórica de la ciudad se alza la
iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen, aunque también es
posible encontrar bellas muestras de arquitectura nobiliaria, entre las que
destaca la Casa de los Navaja, construida en el siglo XIX.
Pero el símbolo máximo del patrimonio de la villa es la Torre de
Pimentel o de los Molinos, de origen defensivo y que da nombre a la
ciudad.
Mientras, en la zona conocida como
Cortijo del Tajo han sido descubiertos importantes yacimientos
arqueológicos correspondientes al Neolítico, así como a las épocas
prerromana y romana.
Gastronomía, fiestas y
alrededores
La gastronomía de Torremolinos está basada
principalmente en los productos del mar. Su plato más emblemático es el
“pescaíto” frito, aunque existen otras muchas recetas de
pescado elaboradas de las más diversas formas: a la sal, a la plancha, etc.
La Denominación de Origen Málaga es conocida por la
excelente calidad de sus vinos, en especial los dulces.
Dentro del calendario de Torremolinos
destacan la Feria y fiestas en honor de su patrón, San Miguel,
que se celebran entre finales de septiembre y principios de octubre. Una
semana antes tiene lugar la popular Romería de San Miguel.
En la Carihuela se celebra cada 16 de julio
la Feria del Carmen, cuyo acto central es la procesión de
la Virgen.
Junto a Torremolinos, es posible visitar
otras localidades malagueñas de gran arraigo turístico, como
Benalmádena y Fuengirola. En el interior se
localizan pueblos serranos como Mijas, que exhibe un caserío típicamente
andaluz, o Alhaurín el Grande, con su iglesia de Nuestra
Señora de la Encarnación y el palacio de Montellano. Y a tan sólo 12
kilómetros de Torremolinos se encuentra Málaga capital, que
combina un importante patrimonio, encabezado por la Alcazaba y el Castillo
de Gibralfaro, con una amplísima oferta de ocio.