Por tierra, mar y aire. Cualquier medio
es bueno para acercarse a la renombrada 'Ciudad de la Luz'. Con más
de 3000 años de historia, patentes en los vestigios que han dejado
distintas civilizaciones, la capital de la Costa Blanca ofrece los
más diversos paisajes y contrastes más que envidiables. Una ciudad
con vida cultural, con amplios parques y jardines, vida nocturna y
centro de negocios. Además, sus playas, son de fina arena y están
dotadas de múltiples servicios. Y va a más. Alicante no desiste en
su empeño de crecer con nuevos proyectos y grandes ilusiones para
seguir siendo, aún más si es posible, el destino turístico por
excelencia.
Como corresponde a
una ciudad que vive volcada al mar, la fachada marítima (con sus
playas, puerto y paseo) constituye la principal seña de identidad de
Alicante. En su extremo más septentrional, la conocida playa de San
Juan -con todo tipo de servicios e instalaciones temporales para
alquiler de catamarán y windsurf- extiende su fina arena a lo largo
de 3 km. hasta el Cabo de Huertas, que la separa de la popular playa
de la Albufereta. Ya en pleno centro de la ciudad, junto a la
explanada, la playa del Postiguet, antaño repleta de balnearios,
muestra una animada imagen todo el año.
El puerto es la zona de ocio más concurrida de Alicante y, además de
restaurantes, pubs y discotecas, alberga un club náutico y una
marina deportiva que ofrecen mil posibilidades para iniciarse en la
náutica: escuela de vela ligera, alquiler de cruceros y centros de
buceo. Del puerto parten barcos a la Reserva Marina Isla de Tabarca
-un paraíso para los amantes del submarinismo por sus
extraordinarios fondos de praderas de poseidonia- que cuenta también
con una pequeña y limpia playa de arena y bolos.
Finalmente, al sur del puerto, se encuentra la playa del Saladar, de
arena fina y con todo tipo de servicios. La oferta deportiva se
completa con tres excelentes campos de golf así como club de tenis,
hípica y una extensa dotación de equipamientos deportivos.
A sólo 11 millas náuticas se
encuentra Tabarca, la única isla habitada de la Comunidad
Valenciana, cuyas aguas han sido declaradas reserva marina del
Mediterráneo. Toda la fachada marítima es digna de un esmerado
recorrido, facilitado por los Paseos de Gómiz, Conde de Vallellano y
Almirante Julio Guillén Tato, o por la Explanada, un paseo de
palmeras con más de quinientos metros compone un gran mosaico de
mármol tricolor como suelo. Otras opciones son subir al Castillo de
Santa Bárbara, que ofrece unas increíbles
vistas o adentrarse en el Monte Benacantil, verdadero pulmón de la
ciudad poblado de pinos y eucaliptus, en cuya ladera se encuentra el
Parque de la Ereta, que permite realizar un recorrido a pie desde el
Castillo hasta el casco antiguo de la ciudad. Tras recorrer el casco
antiguo y el litoral, a poco más de 40 kilómetros se encuentra la
ciudad-turismo por excelencia que es Benidorm donde a las playas y
al gentío se ha unido la oferta de ese gran parque temático y de
atracciones llamado "Terra Mítica". Hay más alternativas, como
visitar Elx, ciudad donde se encuentra el más extenso palmeral de
Europa, con casi un millón de ejemplares, declarado Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO. |