La
isla blanca
Ibiza, la isla a que así se bautizó por su
típica arquitectura blanca, se ha convertido en un centro
cosmopolita y risueño de gran atractivo turístico. Al igual que en
el pasado llegó a la fama por su cultura hippy y playas nudistas,
hoy día ofrece otras muchas posibilidades para otros públicos.
Sin embargo aún quedan algunas colonias hippies, así como un gran
numero de jóvenes que la han seleccionado por su extraordinaria vida
nocturna, que comienza en realidad por la tarde en las bellisimas
calas o en la ciudad, donde se entabla amistad, para terminar
pasando la noche en algunos de sus innumerables locales de moda y
discotecas.
A parte de este aspecto, no se puede
olvidar la antiquísima historia ibicenca, pues fundada ya en el año
654 a.C. por los Cartaginenses, sirvió de hogar a numerosas culturas
mediterráneas, como la púnica o romana, que en ella dejaron su
huella. Es por ello que una visita cultural sería de gran interés,
si nos podemos resistir a la fuerza casi magnética que la playa
ejerce sobre nosotros cuando estamos en la isla.
Que hay que ver
El pueblo de Ibiza
con todos sus atractivos y rutilante vida nocturna, está separado de
bellísimas calas por tan sólo unos pocos kilómetros. Entre ellas
podemos citar, al Sur, la Playa d'en Bossa, con todos esos
pequeños islotes llamados Islas Malvinas divisándose
en el horizonte. Al Norte Cala Talamaca, recogida y
bellísima, Cala Llonga y tantas
otras, pues paraísos costeros están siempre a la mano.
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Santa Eulalia, será la próxima parada
si bordeamos la isla desde Ibiza en dirección Norte. Este pintoresco
pueblo de pescadores se ha convertido en uno de los principales
puntos mencionados en todos los catálogos turísticos de la isla, y
no sin razón, pues a parte de ofrecer buenas estructuras para el
visitante, se sitúa en una zona de bellísimas playas, como las
mismas Playas de Santa Eulalia, Cala Blanca o Es
Canar. Se encuentren llenas o vacías dependerá de la época en
que se visiten, por ello en cualquier caso se aconseja preguntar en
el hotel o restaurantes que seguramente nos darán el mejor consejo
de donde bañarnos. Gente tan amable como la ibicenca nos facilita
mucho a la hora de orientarnos, y es quizás en esta isla donde uno
se puede mejor permitir el llegar despistado.
Aventurarse dirección San Carlos fue de nuevo para nosotros
una experiencia inolvidable, cuando una parada en el camino, en el
restaurante, bar o no sabemos qué de cualquier lugareño se nos
ofrecieron exquisitos manjares con todo el tipismo ibicenco.
Al Norte se encuentra San Juan, cuyo mayor atractivo, a parte
de sus bellísmas playas, especialmente Cala de Sant Vicent,
Cala Portinaitx, y
Cala Xarraca, es una singular reliquia
histórica, la Cueva des Cuieram que contiene un templo
cartaginense dedicado a diosa Tanit
Sant Miquel ofrece un precioso paisaje y buenas playas tan
sólo a 3 Km. de distancia.
Cruzando el encanto mediterráneo de pequeños pueblecitos llegamos a
San Antonio Abad, o Sant Antoni
de Portnani, conocido por su vida nocturna; donde no sólo
sus playas son atractivas, sino también la población que las
frecuenta. Aquí podemos mencionar multitud de nombres, como Cala
Gració o Cala Blanch, o más al Norte la preciosa playa
frente a la pequeña Isla Margalida (Ses
Margalides). En cualquier caso toda la costa es una maravilla.
Déjese guiar por los consejos de los ibicencos, pues lo que ayer era
solitario hoy puede estar abarrotado, y al contrario.
San José se enorgullece de tener una de las más bellas
iglesias de Ibiza, y como no, maravillosas playas como las de
Cala D'Or, Cala Bassa, Cala Tárida o
Es Vedra.
Otros atractivos son las playas y calas al Sur de la isla, algunas
bastante desconocidas, así como la Cueva de Ses Fontelles,
con pinturas murales antiquísimas. |