Santander es una
de las más bonitas ciudades de España. Sus monumentos, las playas, el verde del entorno,
la península de la Magdalena..., hacen de esta ciudad visita obligada.
Santander tiene una mezcla de sus diferentes vocaciones, tradición marinera, comercial y turística.
De su nombre en latín, Sancti Emeterii, procede el actual topónimo de Santander.
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El
Paseo de Pereda, con
sus preciosas casas de miradores, y sus jardines constituyen un exuberante
bulevar, que separa la franja costera del casco antiguo de la ciudad. La
Catedral es uno de los edificios más antiguos
de la ciudad, siendo su construcción del siglo XIII. Bajo el templo principal se conserva la cripta
de El Cristo, sobrio recinto abovedado en el que se descubrieron
diversos hallazgos de la época romana.
Frente a la catedral se levanta la
Plaza Porticada, de estilo neoherreriano y rodeada de
varios edificios públicos. Nos encontramos en la encrucijada de
calles comerciales como
el Arrabal o
el Cubo.
Una de estas calles conduce a la plaza
del Generalísimo, sede del
Ayuntamiento, colindante con
el popular mercado de la Esperanza. La visita ha
de continuar por el Museo de Bellas Artes y la
Casa-Museo de
Menéndez Pelayo, edificio
declarado Conjunto
Histórico-Artístico.
El puerto y El Sardinero
En el entorno del Paseo Pereda
encontramos el
Banco de Santander y el
Palacete del Embarcadero. En ella se
localizan el
puerto pesquero y el
Puerto Chico,
así como diversas dependencias marítimas: la lonja, el muelle, la
Comandancia de Marina, etc...
En este lugar se dibuja una de las
estampas más típicas de Santander: la imagen de mansiones y edificios
burgueses que miran a la bahía... Entre ellos destaca el
Palacio de Festivales,
construido por Francisco Javier Sáenz de Oiza y actual sede del
prestigioso Festival Internacional de Santander. El
Museo de
Prehistoria y Arqueología, que recoge diversos hallazgos
prehistóricos. Por último, el
Museo Marítimo
del Cantábrico, descubre varios aspectos relacionados con el Cantábrico: biología
marina, historia marítima, etnografía pesquera, etc...
Santander muestra a partir de este punto
las hermosas
playas de los Peligros, la de
la
Magdalena y la de
Biquinis, de tranquilas
aguas.
En la Santander más turística se halla
El Sardinero. Frente a esta célebre playa se puede
disfrutar de uno de los paseos marítimos más bellos de España, con
magníficos edificios, como el
Gran Casino. La
Plaza de Italia,
con sus elegantes y animadas terrazas veraniegas, y los
Jardines
de Piquío, que se asientan sobre un entrante rocoso que marca
la separación de las dos playas de El Sardinero, completan el entorno.
Entre el casco histórico y El Sardinero,
se extiende la península en la que se asientan el
parque de la
Magdalena y el
palacio real, inaugurado en
1913 como residencia estival del rey Alfonso XIII. La residencia, de
estilo inglés, cuenta con hermosas caballerizas y se encuentra rodeada
de extensos jardines y zonas arboladas.
Gastronomía y alrededores
Santander posee en su gastronomía una particular mezcla... Del mar proceden las características
rabas
(calamares fritos), los
bocartes rebozados
(boquerones), y mariscos frescos. El interior aporta excelentes carnes
de vacuno y un plato emblemático en toda la región, el
cocido
montañés (guiso con alubias, carne y repollo). Los postres
pasan por la
quesada (pastel de queso) y los
sobaos pasiegos (a base de mantequilla, harina y huevos).
Los amantes de la naturaleza encontrarán en Cantabria un impresionante patrimonio. Entre los lugares mejor conservados figuran los
Parques Naturales de
Oyambre, Peña Cabarga y Saja-Besaya, si bien el más importante
es el
Parque Nacional de Picos de Europa, cuyo
territorio es compartido con Asturias y Castilla y León.
En las estribaciones de esta cadena
montañosa se sitúa el
Parador de Fuente Dé. Entre las
muchas otras opciones de alojamiento destaca también el
Parador
Gil Blas, en
Santillana del Mar,
declarada Monumento Nacional.
Cerca de la capital, se puede disfrutar del Parque de la Naturaleza de
Cabárceno, espacio de
gran belleza natural en el que conviven distintas especies animales en semilibertad.
La tradicional
ruta norte del Camino de Santiago recorre el litoral cántabro, atravesando
pintorescas localidades como
Castro Urdiales,
Santoña,
Suances,
Comillas,
San Vicente de la Barquera o
Santillana del Mar. A escasos kilómetros de esta localidad se
localizan las Cuevas de Altamira, que cuentan con la
declaración de Patrimonio de la Humanidad. Consideradas
como la Capilla Sixtina del Arte Paleolítico, contienen algunas de las
pinturas rupestres más importantes del arte cuaternario. Un moderno
edificio alberga las instalaciones del museo, donde se puede admirar la
neocueva, fiel réplica de los motivos pictóricos que
aparecen representados en la cueva original.
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